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MOTOS DE EDICIÓN ESPECIAL BUD EKINS

BUD EKINS

Piloto de off-road.  Especialista de cine.  Una leyenda del motociclismo.

Bud Ekins portrait photo

 

1962.  Un gran equipo de rodaje se instala en Baviera para filmar un arriesgado salto en moto, una potente secuencia clave para escenificar una huida en una trepidante película de acción repleta de estrellas de Hollywood: La Gran Evasión.

Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, uno de los protagonistas, encarnado por Steve McQueen, debe realizar un temerario salto sobre una valla de alambre de espino en un intento desesperado de huir de los soldados enemigos que le van cercando.  La posibilidad de que el actor principal de superproducción llena de estrellas de Hollywood sufra una lesión es inadmisible, claro, así que todo el mundo piensa en Bud Ekins:  es amigo íntimo de McQueen y se encuentra allí mismo porque el propio actor le ha invitado a participar en algunas escenas de persecuciones de la película.

Ekins no es ningún novato, es toda una leyenda de las carreras por el desierto en su California natal, cuenta en su historial con veinte años de experiencia en competiciones por todo el mundo y amontona una imponente retahíla de premios por sus habilidades al manillar.  Todo el mundo en el set de rodaje es consciente de la impresionante destreza que se requiere para atacar este salto.

Y McQueen sabe que si hay alguien capaz de conseguirlo, ese es Ekins.  

 

 


ESTRELLA DE LA COMPETICIÓN

Nacido en Los Ángeles en 1930, Bud Ekins aprendió a montar en moto en las cercanas laderas de Hollywood Hills, puliendo su técnica mucho antes de que tener la edad legal para conducir una moto.  Afortunadamente California contaba con una escena off-road muy activa y siendo aún un jovenzuelo ya se había ganado una sólida reputación como uno de los mejores pilotos de motocross y de carreras por el desierto del sur de California.

En aquella época Bill Johnson, un gran concesionario de Triumph en EE.UU., le proporcionó una TR5 Trophy con la que ganó el Catalina Grand Prix. Ekins descubrió así al fabricante que producía las motos resistentes, veloces y ligeras con toda la potencia y rapidez de respuesta que siempre había soñado.

El éxito de Ekins a mediados de los 50 coincide con el ascenso de Triumph al olimpo del motociclismo mundial y la influencia de ambos en sus respectivos campos llegó a redefinir el concepto de lo que se puede hacer a los mandos de una moto.

Edward Turner, el famoso diseñador jefe de Triumph, desarrolló más tarde los increíbles motores bicilíndricos Triumph, que fueron ganando en potencia, eficacia, y fiabilidad.  Johnny Allen consigue el récord de velocidad en moto en 1955 y 1956 utilizando motores Triumph de serie y Ekins establece una sólida alianza con Triumph que acabará por convertirle en el mejor piloto de off-road de EE.UU.

En 1956 Ekins terminó segundo en la Big Bear Motorcycle Run, de 245 km de recorrido. Los tres primeros clasificados pilotaban una Triumph TR6 Trophy.  El dominio de Triumph en la competición era tan absoluto que cuando Ekins ganó la carrera al año siguiente, 20 de los 25 participantes corrían con una Triumph. 

 

 
Bud Ekins racing static on bike surrounded by crew


PRINCIPAL CONCESIONARIO DE EE.UU.

Ekins supo ver el enorme potencial y la superioridad de Triumph en aquel momento en el que el interés por las fiables, ligeras y potentes motos británicas estaba ganando impulso y, aprovechando sus victorias deportivas, abrió un concesionario Triumph en North Hollywood.  

Rápidamente se convirtió en punto de encuentro para muchos actores que se estaban dando a conocer, como Paul Newman y Clint Eastwood.  Ekins vivía por y para las Triumph, así que comerciar con ellas era una evolución natural. El éxito en las ventas fue parejo a su extenso palmarés deportivo.

 

 

 


STEVE McQUEEN

Uno de los moteros aficionados del barrio era el famoso actor Steve McQueen, que por aquel entonces estaba encantado con su TR5 Trophy y el mantenimiento de la moto se hacía (dónde si no) en el concesionario de Ekins. Era inevitable que se conocieran, y se cayeron bien de inmediato.  Ekins introdujo a McQueen en el bullicioso mundillo de las carreras por el desierto californiano y el actor se enganchó enseguida a aquel movimiento underground, dedicando todo el tiempo que podía a saltar entre las dunas o a disfrutar del anonimato pasando el rato con Ekins y otros colegas en el taller.

A pesar de la atención que requería llevar adelante el floreciente concesionario, Ekins siguió compitiendo y consiguiendo victorias en varias carreras de off-road como la Hare and Hound, la Mint 400 y la Baja 1000, que él mismo ayudó a poner en marcha.  McQueen le secundaba frecuentemente en aquellas carreras.  El actor era rápido sobre la moto y aprendía deprisa y Ekins, que ya había representado a EE.UU. en los tremendos Seis Días Internacionales de Trial (ISDT), las olimpiadas del motocross, movió los hilos para que McQueen le acompañase en el equipo que representó a EE.UU. en el ISDT de 1964 celebrado en la Alemania Oriental, ambos con sendas Triumph.  Ekins siguió participando y consiguió nada menos que cuatro medallas de oro del ISDT en tan solo siete años.

 

 

 


LA GRAN EVASIÓN

En otoño de 1962 McQueen estaba preparando el viaje a Europa para rodar lo que va iba a ser una de las películas más trepidantes del próximo año, La Gran Evasión. McQueen se dió cuenta de que algunas escenas en moto del guión requerían pilotos profesionales y recomindó a los productores a su buen amigo Bud.  Ekins firmó un contrato por cuatro meses, aunque a McQueen le llevó bastante menos tiempo (con ayuda de Ekins, claro) concebir y reescribir el punto álgido de su personaje en la historia.

El capitán Virgil Hilts, el personaje de McQueen, se escapa del campo de prisioneros de guerra, roba una moto y es perseguido por las laderas de la preciosa Baviera mientras intenta llegar hasta la frontera con Suiza.  Como los soldados enemigos le pisan los talones, Hilts intenta a la desesperada un espectacular salto sobre una valla de alambre de espino con la intención de llegar a la relativa seguridad de la Suiza neutral.

Practicando con pequeños saltos de prueba, McQueen y Ekins valoraron la capacidad de la Triumph TR6 Trophy, su moto off-road favorita, para conseguir la máxima espectacularidad en la escena.  Calcularon que era necesario despegar de la ladera a 130 km/h para superar la alambrada de casi cuatro metros de altura situada unos 20 metros más allá.  Todo esto sobre césped.  Para disgusto de McQueen, la aseguradora de la película le impidió (con toda la razón del mundo) hacer el salto él mismo, por lo que Ekins entró en escena.

El salto sigue siendo uno de los momentos más inolvidables de la historia del cine de Hollywood.  En 1962 una TR6 Trophy no pasaba de 6.000 rpm y ofrecía una potencia máxima de unos 42 CV, pero la capacidad de respuesta y el incontenible par motor del bicilíndrico Triumph la convirtieron en la escogida por McQueen y Ekins. La unidad original con la que se realizó el salto en la película se expone restaurada en la Factory Visitor Experience, en la fábrica de Triumph en Hinckley.

 

 

 

 

ESPECIALISTA DE CINE

El éxito de Ekins en la competición y sus amistades le abrieron un nuevo camino profesional.  A medida que «ese salto» fue ganándose el apelativo de ser la escena en moto más famosa de la historia del cine, las ofertas que le llegaban a Ekins para trabajar como especialista fueron aumentando.  Considerado como uno de los mejores de Hollywood, continuó realizando escenas de cine durante otros 30 años, volviendo a sus tareas en el concesionario entre una película y otra.

 

TRIUMPH BUD EKINS SPECIAL EDITION

Bud Ekins fue una verdadera estrella de la competición off-road, el duelo del principal concesionario estadounidense de Triumph en los años 60 y un especialista de cine como ningún otro. Con las Ekins Bonneville T100 y T120 Triumph quiere rendir homenaje a su vida, a sus logros y a su larga vinculación con nosotros.

Las Bonneville T100 y T120 Bud Ekins son auténticas ediciones especiales diseñadas para ser tan legendarias como el propio Bud.  

 

Triumph T100 Bud Ekins Special Edition Cut out korosi red snowdonia white

T100 BUD EKINS SPECIAL EDITION


Inspirada en la icónica Bonneville de 1959, la T100 es una Modern Classic con un carácter singular y todo el ADN de la Bonneville original. Esta divertida y accesible edición especial equipada con el motor bicilíndrico de 900 cc limitable al A2 rinde homenaje a los grandes logros de Ekins como piloto de off-road, principal concesionario de Triumph en EE.UU. durante los años 60 y especialista de cine en Hollywood.

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T120 BUD EKINS SPECIAL EDITION

Con toda la actitud, el estilo y la silueta de la Bonneville original de 1959, esta nueva edición especial de la T120 rinde homenaje a la increíble filosofía de vida y logros de este piloto del desierto, especialista de cine y leyenda del motociclismo que fue Bud Ekins.